sábado, octubre 25, 2008

AMISTAD

AMISTAD
Me acompañó en un trozo del camino,
me hizo fácil el paso y la andadura,
quitó abrojos, del monte hizo llanura,
no se paró a la sombra de algún pino.

Jornada tras jornada, con su fino
cuidado, nos dio la mejor cura
ha vivido gastando entrega pura,
sin medida ni tasa, es su destino.

Fortaleza, fidelidad, frescura;
con su trabajo convirtió en remanso
mi correr de torrente embravecido.

Interpretó la vida con hondura,
con sus esfuerzos me entregó el descanso:
por eso yo le estoy agradecido.


30 de junio de 2002

A mi amigo mexicano
De Javier Fernández Garrido